sábado, 26 de febrero de 2011

Placer con desenfreno.

No hay nada más bonito que estar desnudos en el sillón, ya nos viste la luz, tu por eso no te preocupes; me da por pensar y recuerdo el día que tus pupilas y las mías se conocieron; y ¡hay que ver lo bien que se cayeron!, ahora te miro y suspiro, tu olor fue esa mezcla perfecta, y mira.. de tanto besarte he llegado a cansarme de mi, de mi sin ti, recorro tu cuerpo pero nada, que no encuentro el momento de detenerme, debemos volver a donde lo dejamos, empezamos por donde lo dejamos, y ¿acabamos? que va! que va! esto no se acaba así como así, apaga tú y dame tu juego entero, que luego echo de menos jugar contigo, aprovechemos el momento, olvidemos lo sufrido, besemonos, conectemonos, mezclemonos, fusionemonos, intercambiemonos. Enganchados, liados y  acelerados a nuestros cinco sentidos confundimos, y mientras tu y yo fundidos en tus venas y mis venas; quítame la ropa a mordiscos, pero no dejes de ser tierno, que no te miento cuando te digo que aún sigo temblando cuando estoy hablando de la última vez. Que tan de repente me vuelves valiente, pero porque tu me enseñas los dientes y te pones frente a mi para sorprenderme y decirme que te vas, y mi cara a la vez se vuelve insignificante y te suplica que por favor no te vayas. Volver a verte mañana es lo que necesito, como el chocolate, vuelve a quemarme, vuelve a engancharme, tu cuerpo es el que quiero, placer con desenfreno.
Diana Tejero Pérez.

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